Ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que escribí por aquí, estar enfrente de mi lap escribiendo esta entrada se siente tan raro pero me alegra mucho estar de vuelta.
Uff, hay demasiadas cosas que decir, si bien las palabras no me han abandobado, han estado ahí para mi estos ¿qué? ¿4 años? que me he ausentado por estos lares, ya sean en las páginas de cada libro que he leído o en mi mente listas para ser escritas en mi libreta, no sé como comenzar de nuevo por aquí.
Así que ¿por qué no les cuento que ha sido de mi este tiempo?
A finales del 2021 mi vida cambio de un momento a otro, si les soy honesta: mi yo de 24 años no estaba preparada para lo que implicaba, para la pérdida, para hacerse de responsabilidades que probablemente no le correspondían pero decidió hacerse cargo.
Por lo que volque toda mi energia, tiempo y esfuerzo en el trabajo, en mi tienda (¿sabías que tengo una tienda literaria? ¡yeep!), me aislé por completo porque creí que era mi problema y debía solucionarlo yo ¿no? bueno, la Dere del pasado pensaba así (y la actual esta trabajando en pedir ayuda), por lo que todo lo demás pasó a lo último de mis prioridades, abandoné el blog, mis redes, pausé colaboraciones, lo que tanto habia trabajado para conseguir y que además disfrutaba hacer… practicamente lo desheche.
Mi tienda, que había comenzado simplemente en algo en que mantenerme ocupada en pandemía, se convirtió en mi principal fuente de ingresos: llegó un momento en donde empezaba a odiar lo que hacía, a re-plantearme si era el camino correcto, el estrés y la ansiedad me rebasaron que empezaba a tener demasiados ataques de pánico. Casi llego al burnout, poco me faltó.
Estoy convencida que lo único que me mantuvo en pie fué Dios, aferrame a mi fé, a las promesas y consuelo que solo puede proporcionarme él. No encuentro otra explicación lógica: es un milagro que siga aquí y haya logrado todo lo que tengo hoy.
Las cosas pasaron: empecé terapia, manejarme mejor, espaciar mis episodios de ansiedad y pánico, DI (mi tienda) empezó a crecer de manera tan acelerada que me rebasó a niveles que no me imaginaba.
Y entonces en noviembre del 2023 me diagnostican con endometriosis, en 2024 empecé un proceso largo y tedioso médico para buscar un mejor diagnostico y tratamiento, a inicios de este mes (enero 2025) me dan otro diagnostico: endometriosis superficial y adenomiosis difusa, en resumen, estoy bieeeen achacosa jaja
Cuatro años pueden parecer pocos, pero la verdad es que he pasado por tanto. Aún así, estoy sumamente agradecida con Dios, porque todo lo que me ha puesto en la vida, ha hecho la persona que soy ahora ¿la verdad? estoy orgullosisima, de mi camino, de mis logros; no ha sido fácil, ha habido lagrimas (muchisimas), frustraciones, enojos, pero a pesar de ello, he seguido adelante, con la cabeza alta.
Y la razón principal por la que estoy escribiendo esto es porque estoy harta de pausar mi vida, por mis responsabilidades, por el trabajo, por mi enfermedad, por pasarmela casi 24/7 en el hospital.
Necesito salir y vivir mi vida, con todo y mis limitaciones.
Por lo que me leerán muy seguido aquí, como en los viejos tiempos pero con una yo muy diferente y espero que decidas acompañarme en esta nueva aventura.
-Dere