¡Hola, queridos lectores!
Hoy les traigo esta entrada hablando de mi experiencia como lectora, como ya pudieron ver en el título, creo que más que una experiencia “como lectora” la siento como una pequeña platica de el cómo inicié a leer.
Bien, así que comencemos con esto.

Les diría “Comencé a leer desde que aprendí a hacerlo” pero les estaría mintiendo, no fue así.
Fui una niña que disfrutó de su infancia sin saber que la lectura podría ser algo que disfrutar, crecí jugando con primos y amigos, como cualquiera en aquellos tiempos.
Lo más cercana que estuve de la lectura eran en mis clases de español y un pequeño – Más bien grande – libro de los cuentos de los hermanos Grimm para niños, que llenaban las páginas mayormente con ilustraciones y casi nada de letras.
Así continué hasta segundo de secundaria (Cuando tenía 14 años) en mi taller de informática me mandaron a leer El mago desinventor un libro para niños – ¿Qué tenía que ver un libro de ese tipo con mi taller? No tengo ni la menor idea – que también tenía ilustraciones, pero ya no taaantas, por lo que podré decir que fue el primer libro que leí, aunque fue más por obligación que por gusto, realmente lo disfruté.
Ya estando en tercero de secundaria… bueno, no recuerdo que me hayan mandado a leer nada, y siento que es algo que lamento – No vayan a pensar que no era estricta, porque… ¡UFF! ¡No me dejaban llevar fleco y el cabello suelto! ¡Ni siquiera un simple accesorio para el cabello! – pero siento que las maestras de español que tuve, nunca fomentaron la lectura.
Aún así, los que son de México ¿Recuerdan que cuando entregaban los útiles y los libros nos daban un libro para leer? Bueno, la curiosidad me ganó y leí Las batallas en el desierto y El libro salvaje , dos libros super cortitos, de los cuales el primero no lo disfruté tanto pero el segundo me fascinó, y hasta la fecha sigue en mi librero.
Después de ahí, uno pensaría que continuaría con esto de la lectura ¿Verdad? Pues no, no fue así.
Digamos que este camino aún tenía bastante que recorrer.
Cumplí 15 años (¡Ah! Mis dulces XV) y unos meses después entré a la preparatoria, y como todos saben, es un periodo de adaptación, pero para mi lo fue aún más: soy demasiado tímida y reservada., así que eso no ayudaba demasiado, por lo que yo estaba más ocupada en ese cambio.
En mi primer semestre, llevé una materia que llevaba por nombre Expresión oral y escrita I, mis primeros cuatros días del curso los pasé en el turno de la tarde, pero para el quinto, ya me habían cambiado a la mañana (Ya que lo había solicitado) por lo que, fue a volver adaptarme ¡Qué divertido! ¿Eh?
Normalmente, se piensa que la primera semana es de chocolate ¿No? – Es decir que no cuenta mucho – Peeero, este no fue el caso, al menos en esa materia, ya hasta tareas y trabajos habían hecho, pero como ya he mencionado antes, mi timidez no me dejo hablar con la profesora y explicarle mi situación, por lo que más adelante tuve problemas por ello.
Esto hizo que odiara un poco la materia – ¿Solo un poco? ¿En serio? ¡No te gustaba nada! – y si a eso le agregamos que, según recuerdo, el tema a tratar era las reglas gramaticales, y aquí debo hacer un paréntesis para confesarles algo: era PÉSIMA para eso. Aunque pronunciaba bien las palabras ¡No podía poner el acento donde correspondía! Era un tormento para mi.
Y para el colmo, mi profesora no me caía lo que se dice precisamente bien, sino todo lo contrario, según desde mi inmaduro punto de vista era demasiado engreída, por lo que me chocaba eso.
Y seguramente se estarán preguntando “Aja, ¿Y eso que tiene que ver con la lectura?” ¡Paciencia! Para allá vamos.
En esa materia, teníamos que leer (A la de a fuerzas, porque nos hacían examen sobre el libro, lo que daría hoy para que hicieran eso xD) un libro, y el que nos habían asignado fue Mi planta de naranja lima , si lo han leído, sabrán que es un libro rompecorazones, por lo que sí, me gustó pero me hizo sufrir, así que tampoco hizo que me interesara tanto por leer.
Saqué un 8 en esa materia (Por si tenían la duda) una calificación no tan buena para mi, pero ¿qué podía ya hacer?
Pasé al segundo semestre y ahora tocaba tomar Expresión oral y escrita II, y adivinen con quien me tocó: ¡Ajá! Con la misma del semestre pasado.
¿Ahora entienden la relación? Todo apuntaba que esa materia iba a hacer un martirio, otra vez.
En ese tiempo yo entraba a las 8 de la mañana a clases ¡Y me venía super bien! No me tenía que levantar tan temprano, aunque eso implicaba que saliera una hora más tarde, pero dormía más ¿qué importaba? Pero resulta que esta profesora cambió el horario que nos habían asignado, quedando así que entrara a las 7 de la mañana: un muy mal pero mal comienzo, todo el grupo replico, obviamente.
No quedaba opción, así que tuvimos que entrar a las 7 ¿se imaginan entrar a esa hora y que tu primera clase sea la que menos te guste y encima tu no tienes muchas ganas porque ES BIEN TEMPRANO Y SOLO PIENSAS EN DORMIR MÁS?
Pero ¿pueden imaginar que temas abarcaba esa materia en ese semestre? ¡Exacto! LITERATURA.
Y con literatura me refiero en general: Poesía, novelas y obras teatrales.
No estaba tan entusiasmada con la idea ¡Pfff!
Ese semestre también nos dejó leer un libro, y esta vez fue Martin Pig y creo que fue el libro perfecto para mí en aquel momento.
Es un libro policiaco/misterio, y bueno, si de algo puedo culpar a mis padres es de propiciar mi vicio hacía las series policiacas, por lo que en ese entonces estaba loca por las series – Sobre todo con CASTLE, si no la han visto ¡Véanla! – así que en mi imaginación este libro fue como una serie, quedé fascinada con él (Como dato curioso, es el único libro que mi hermano se ha dignado a leer).
En el libro mencionaban mucho a Sherlock Holmes, por lo que me picó un poco la curiosidad, un tiempesito después vi una película de Sherlock y ahí fue cuando lo decidí: necesitaba leer esos libros.
Por lo que, en una salida a la plaza de mi ciudad, ví el libro y le pedí a mi papá que me lo comprara (Estudio en escarlata) lo leí y me agradó bastante.
De ahí continué leyendo, pero en lugar de ir con los otros libros de Connan seguí con Julio Verne con su libro Veinte mil leguas de viaje submarino, también me gustó bastante.
Después compré un libro donde tenía solo unos cuantos relatos de Las mil y una noches, que también leí.
Sorprendentemente yo comencé a leer literatura clásica, curioso ¿no? Se supone que es más pesado comenzar con ella, evidentemente mi caso no fue así.
Aunque si comencé con clásicos, no continué mucho con ellos; los tres libros que acabo de mencionar los leí durante todo el segundo semestre.
Expresión oral y escrita II se convirtió en mi materia favorita, y no solo eso, le empecé a agarrar cariño a la profesora por varios motivos: hizo que yo me adentrará a la literatura y a la escritura. Si, también como parte del curso nos puso a escribir poemas y un final alternativo para el libro que habíamos leído, y los poemas tenían que tener SU debida estructura, por algo lo estábamos estudiando.
Al final del curso – Y esto lo recuerdo muy bien – a la hora de darme calificación, según mis cálculos, me tocaba un 9, pero la profesora me puso el 10 ¿por qué? Sus palabras más o menos fueron las siguientes.
Debo decirle que la admiro mucho, porque a pesar de sus limitaciones ha demostrado que puede hacer lo mismo o más que sus compañeros, y eso es digno de admirar.
¡Pff! Salí con un nudo en la garganta, porque fue la primera persona que me dijo algo así.
¿Quién lo diría? A esa profesora que yo tenía en otro concepto terminó por ayudarme en descubrir que era yo capaz de hacer: que a pesar de que no me exprese bien oralmente, podía hacerlo perfectamente por escrito, que a pesar de que se me había enseñado otras cosas de los libros, yo podía leerlos y entenderlos a la perfección y me gustaba.
A partir de ahí, mi relación con los libros y la escritura (que de eso ya será otra entrada) fue haciéndose mas estrecha.
En mis vacaciones – el salto de segundo a tercer semestre – me leí la trilogía de Los juegos del hambre y Divergente y también la saga de Hush hush, y ahí fue cuando más cariño le tomé a los libros.
Ya entrando a la escuela, me enteré que iban a sacar una película de Cazadores de sombras: Ciudad de huesos, vi el tráiler y se me hizo muy interesante, por lo que investigué más y di con que eran libros.
Para ese entonces, yo andaba hambrienta: quería leer y leer, por lo que andaba en busca de libros que me pudieran interesar.
Así que me propuse algo: leer al menos dos de los libros de la saga principal (TMI) de Cazadores de sombras antes de que saliera la película, y para esto solo tenía UNA SEMANA.
Y también tenía que leer El juego de Ender , pero por parte de la escuela…
Me valió el otro libro y empecé Ciudad de huesos, lo acabé como en dos días, seguí con el otro libro, y para no hacerles el cuento más largo, fui al cine el mero día que se estrenó la película y para ese entonces ya estaba con Ciudad de las almas perdidas.
Creo que en parte es que le tengo tanto amor a la saga, fue la primera que me hizo sentir algo tan intenso con tan solo leer, comprendí que las palabras tenían ese poder.
Cuando terminé de leer TMI aún no salía Fuego celestial (Y según recuerdo tenía 16 años) así que tuve que esperarme unos meses para que saliera en inglés y lo tradujeran, ni de a loca me iba a esperar a que llegará la traducción oficial: NECESITABA RESPUESTAS.
Así continué, leyendo y leyendo sin parar (Ah, si leí el libro que me dejaron en la escuela tenía que hacerlo, e igual lo hice en dos días, es muy bueno) hasta que, saliendo de la preparatoria, justo antes de empezar la universidad, me vino un montonal de cosas personales.
Deje la escritura y la lectura a un lado, no tenía ánimos para eso.
Después decidí que tenía que volver a ella, por lo que leí Flores en el ático ¡Oh! Que mala decisión hacerlo en ese tiempo, lo leí completo, pero me dejo… un mal sabor de boca por la cruda realidad.
Por lo que volví a escribir, y es así como nació este blog, mi necesidad de escribir pero no solo para mi, sino para compartirlo con otros, para que me leyeran y sacaran provecho de eso, si es que se podía.
Dure fácil un año sin leer más que uno o dos libros, después intenté retomarla poco a poco, es por eso que durante tanto tiempo no necesité de comprar libros, ya que antes de que todo esto pasara, me compré como 10 para leer (Pensando en que lo iba a hacer) y no fue hasta que me hice el propósito de ser activa en mi cuenta de bookstagram, siendo así una escusa perfecta para obligarme a leer como antes lo hacía.
Es también por eso que le tengo tanto cariño a esa red social, me dio el empujón que necesitaba para volver a disfrutar de la lectura como en mis inicios, pero con una visión un poco más madura.
Y es así como he llegado a este punto de mi vida, mi vida literaria.

Espero que hayan llegado hasta aquí, sé que es una entrada muy larga pero, somos lectores ¿no es así? No nos pesa leer. También quise escribir esto para que me conocieran un poco más, a veces siento que soy demasiada reservada con mi vida, les cuento todo lo que me gusta y no me gusta, pero solo literariamente hablando, pero tienen esta sección.
A través de mi lente, en donde pueden conocerme poco a poco si juntan todas las piezas del rompecabezas que les permito tener.
¡Hasta la próxima entrada!

4 comentarios en “A través de mi lente | Mi vida literaria”
Hola Dareane!
la secundaria y preparatoria son épocas muy complicadas, yo recuerdo que en la prepa tuve un maestro de literatura buenísimo, yo comencé a leer novelas muy chica, como a los 9 años, por lo que algunos autores clásicos no me eran tan desconocidos y mi profe de esa época fue el que me dio la motivación que faltaba, además me dijo que podía sacar libros de la biblioteca!!!!
Desde la prepa no recuerdo un momento en mi vida en que no traiga un libro en la mochila.
Me alegro de que no perdieras el camino y que esa maestra reconociea tus logros, ya me aventé una biblia xD disculpa y besitos!
¡Hola!
La verdad es que la secundaria me la lleve “tranquila”, fue en la vocacional donde batallé un buen xD pero es una época que recuerdo con mucho cariño y daría lo que fuera para regresar a ella, leía sin parar y descubría cada vez más libros. Ahora me he animado otra vez con los clásicos y me costó algo de trabajo (que ironía ¿no?) pero ahí la llevo <3
¡Saludos!
Hola!!!!
Creo que todos o la mayoría pasamos por estabas de me gusta leer no me gusta y así, yo en la secundaria me encariñe mucho con las lecturas, la maestra nos hacía hacer antologías y en clase siempre leiamos, fue cuando comencé, en la prepa lleve filosofía y ese maestro dejaba leer cosas bien raras y mi gusto se fue, luego me tocó otro maestro súper genial que recomendaba cosas muy buenas, así como tú empezaron las distopias y ghostgirl a partir de allí me perdieron 🤩🤩🤩
¡Hola!
¡Oh! Yo también llevé filosofía en primer semestre, pero nunca nos dejo leer cosas xD era más de discutir en clases, que bueno que ese otro maestro te haya recomendado cosas buenas! Más maestros así sería bueno.